El debate de las pensiones

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El debate de las pensiones

En los últimos años el debate de la congelación de las pensiones se ha convertido en uno de los grandes problemas a tratar a nivel nacional, debido a que la famosa “hucha de las pensiones” ya no existe y la Seguridad Social ha alcanzado un déficit histórico.

  • ¿Qué supone el retraso en la edad de jubilación?

En función de los años cotizados por cada trabajador, la edad legal de la jubilación se ha ido retrasando progresivamente hasta llegar a los 67 años, lo que supone un incremento directo de la población activa. Ello se traduce en más gente trabajando durante más tiempo para poder financiar las pensiones y también retrasar el cobro de las mismas.

Es decir, si un trabajador sigue en su puesto de empleo hasta los 67 años serán dos años más de trabajo que aporte a la caja común, y dos años menos que no haya consumido su pensión.

Hoy en día, solo pueden retirarse del mercado laboral aquellos trabajadores que hayan cotizado 38 años y seis meses.

  • ¿Cuál es el problema de la caja de las pensiones?

Antes de la crisis, los ingresos a la Seguridad Social eran suficientes para financiar las pensiones, sin embargo, a pesar del registro de muchos trabajadores nuevos, las cuentas de la Seguridad Social se encuentran en situación de déficit desde el año 2010.

Principales problemas del desequilibrio del sistema actual de las pensiones, que son:

  • Dificultades de los jóvenes para acceder a un empleo
  • Devaluación salarial: bajos salarios
  • Fraude en la contratación laboral
  • Aumento de empleo temporal o eventual
  • Incremento notorio de trabajadores autónomos
  • Exenciones y bonificaciones empresariales con cargo a la Seguridad Social

“Entre 2012 y 2015 la Seguridad Social dejó de recaudar 15.000 millones por “la evolución débil de los precios y los salarios”.

  • ¿Qué se plantea como solución?

Actualmente está en marcha la aprobación de la reforma de el “Pacto de Toledo” que es documento aprobado por el Congreso referente al análisis de los problemas de la Seguridad Social. Sin embargo, los representantes de esta comisión no consiguen avanzar y ponerse de acuerdo sobre cómo abordar un objetivo tan importante.

Las pensiones contributivas suponen el 78% del gasto de la Seguridad Social, lo que significa que el restante sigue financiando muchas partidas que no son pagos de pensiones, como por ejemplo bonificaciones a empresas. Hay que tener en cuenta que lo importante no es cuánto pueda elevarse cada año la prestación por la jubilación, si no más bien cómo puede sostenerse tal sistema. Pues bien, lo más fácil sería asegurarse de que las cuentas de la Seguridad Social se limiten al pago de las pensiones, e ir pasando el resto de los gastos a los Presupuestos Generales del Estado.

“Si un trabajador sigue en su puesto de empleo hasta los 67 años serán dos años más de trabajo que aporte a la caja común, y dos años menos que no haya consumido su pensión”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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